El ácido hialurónico es, junto la toxina botulínica, la base actual del rejuvenecimiento facial sin cirugía usado por millones de personas en todo el mundo. Los inyectables de ácido hialurónico se usan para tratar arrugas y surcos faciales, como las patas de gallo, los surcos nasolabiales, el código de barras en labio superior (arrugas verticales paralelas entre sí), entre otros. Además trata problemas como la flacidez de cara y cuello, o restablece volúmenes perdidos (pómulo, labios, mentón…), es decir, para remodelado facial en tres dimensiones o lifting sin cirugía.
A diferencia de la toxina, el ácido hialurónico tiene efectos más duraderos y sin afectar los músculos de la mímica. Por todo ello, y dado que es un producto reabsorbible, presente en nuestro organismo de forma natural, que no suele producir inflamación, los tratamientos con inyectables de ácido hialurónico son cada vez más frecuentes y forman ya parte de la cultura popular. Sin embargo, no todos los ácidos hialurónicos son iguales ni están igual de purificados. No se obtiene el mismo resultado estético ni es igual de seguro un ácido hialurónico que otro. El proceso de fabricación del ácido hialurónico es clave para que sea más duradero, con resultados más naturales y sin efectos indeseables. Por regla general, a más impurezas en el producto comercial, más riesgo de inflamación y efectos adversos. La otra clave para que el tratamiento sea un éxito es seleccionar el producto adecuado para cada zona anatómica y poner la cantidad adecuada en su justo sitio.
Las marcas premium de ácido hialurónico suelen ser algo más costosas, pero llevan detrás muchos años de investigación y rigurosos controles de calidad que garantizan la máxima seguridad y los mejores resultados en las manos adecuadas. Por desgracia, en los últimos años han proliferado medicamentos falsos que se pueden comprar más baratos a través de internet, en ocasiones con un mismo formato casi idéntico al original, y que pueden ser hasta peligrosos para la salud.
Lamentablemente, esto también ha empezado a ocurrir con el ácido hialurónico y con la toxina botulínica. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado recientemente (17 febrero 2015) una nota informativa sobre productos sanitarios falsificados. En el mercado canadiense se ha detectado, puesto a la venta a través de una compañía china, el implante de relleno intradérmico Juvederm Ultra 4 normalmente fabricado por Allergan en Francia. Aunque hasta la fecha no se ha detectado ninguna unidad de este producto en España, conviene estar alerta como consecuencia de la globalización y acudir siempre a centros médicos certificados y acreditados por las autoridades sanitarias, que garantizan que todos los productos usados, incluidos los implantes de relleno con ácido hialurónico se compran directamente al distribuidor oficial, huyendo de canales de venta alternativos que venden duros a cuatro pesetas.