Láser Q-Switched para borrar tatuajes


Dr. Martínez Escribano, dermatólogo, Clínica Openderma, Murcia

¿Cómo eliminar un tatuaje con láser?

Los motivos por los que una persona decide quitarse un tatuaje con láser pueden ser múltiples: un mal recuerdo, un puesto de trabajo o un cambio de etapa en la vida. A veces nos colocamos un tatuaje fruto de un impulso y luego podemos sentirnos con una marca no deseada, que puede causar vergüenza o baja autoestima.

Una vez tomada la decisión de quitarnos un tatuaje, nadie quiere que quede después una cicatriz, ni que le duela el tratamiento y, además, se suele buscar resultados rápidos, con el menor número posible de sesiones. Para ello, siempre se recomienda un estudio especializado de cada caso, usar un láser médico y seguir un control dermatólogico. No es lo mismo tratar un tatuaje en la espalda, donde la piel es muy gruesa y la tinta puede estar muy profunda, que borrar una micropigmentación en la ceja o en el labio, donde la piel es muy delicada y, además, con frecuencia se producen cambios de color tras la primera sesión de láser. No es lo mismo un tatuaje negro que uno rojo o verde. Según los colores del tatuaje, su antigüedad y si fue realizado por un profesional o no, se pueden precisar más o menos sesiones para su eliminación total.

El láser médico Q-switched, con pulsos o tiempos de disparo de nanosegundos, y los recientes láseres con pulsos de picosegundos, son el método de elección para quitar tatuajes no deseados en la piel ya sean de color negro o de otros colores. Las partículas de tinta se fragmentan en minipartículas más pequeñas tras absorber la luz del láser nanopulsado o picopulsado. Esos fragmentos más pequeños de tinta son posteriormente eliminados poco a poco a través del sistema linfático, pues al ser de menor tamaño, ya pueden ser fagocitados, es decir, engullidos, por los macrófagos, que son células del sistema inmunológico especializadas en eliminar cuerpos extraños de nuestro organismo. Una parte del pigmento también se expulsa a través de la epidermis. Por todo ello, tras cada sesión de láser de tatuaje, el borrado del mismo se observa de forma progresiva a lo largo de varias semanas o incluso meses.

El láser Q-Switched actúa de modo selectivo sobre los pigmentos que dan color al tatuaje, respetando el resto de la piel, por lo que el resultado final es mucho más estético que con otras técnicas más antiguas. Hoy en día no tiene sentido usar viejos sistemas mucho más agresivos para borrar tatuajes, como la dermoabrasión o diversos láseres no selectivos, que pueden dejar cicatrices antiestéticas como secuela.

El láser Q-switched Nd:YAG (1064 nm) es muy efectivo para tratar los tatuajes de color negro y azul oscuro, el Q-switched Nd:YAG KTP (532 nm) para eliminar los de color rojo y el Q-switched rubí (694 nm) para los de color verde oscuro. Con frecuencia, para que el resultado del tratamiento de un tatuaje multicolor sea óptimo, se requiere la combinación de distintos tipos de láser. Conviene saber que, así como el color negro suele ser el más sencillo de eliminar, hay colores más complicados de quitar, como el verde manzana, el azul celeste o el amarillo.

Los láseres que se usan para eliminar tatuajes son los mismos que se emplean para quitar las manchas oscuras de la edad y del sol, como los léntigos de la cara y del dorso de las manos o del escote. Para borrar manchas de la edad con láser, se necesitan muchas menos sesiones que para quitar un tatuaje; habitualmente una sesión o dos son suficientes para hacer desaparecer un léntigo sin dejar señal.

En el siguiente vídeo grabado por el canal de televisión 7 Región de Murcia en la clínica Dermatológica Openderma, se muestra el tratamiento de un tatuaje con láser Q-Switched; la Dra. Sierra explica detalles de cómo actúa el láser.

 

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