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La infestación por piojos o pediculosis es muy frecuente en escolares de entre 3 y 11 años. Y una de las causas de que esta frecuencia aumente es por una parte, los tratamientos no realizados correctamente y, por otra parte, la creciente resistencia de los piojos a los tratamientos usados habitualmente contra ellos, como la permetrinao el malatión. Dicha resistencia varía entre distintos países según el tratamiento al uso en cada país, al cual se va acostumbrando el parásito.

Al igual que ocurre con las infecciones bacterianas y los antibióticos, el éxito o el fracaso de los tratamientos pediculicidas (anti-piojos) depende en gran medida de que sigamos unas normas generales, que también ayudarán a evitar las resistencias:

1º) Se debe aplicar el pediculicida en loción durante 15-30 minutos, con el pelo seco y a ser posible sin haber lavado recientemente la cabeza, pues la grasa ayuda a que se fije el anti-piojos. Durante ese tiempo se coloca un gorro de plástico sobre la cabeza, para aumentar el efecto. La loción es más efectiva que el champú.

2º) Después de la loción se puede usar un champú normal o un champú anti-piojos que se deberá dejar actuar durante unos minutos antes de enjuagar. Tras el aclarado se puede realizar otro aclarado con dos partes de agua y una de vinagre, que facilitará que se desprenda la liendre, pues el ácido acético ayuda a disolver la sustancia que mantiene pegada la lineare al pelo.

3º) Lo más importante, pero también lo más tedioso, es pasar luego la lendrera para quitar los piojos y, además, eliminar pelo a pelo las liendres (huevos adheridos al pelo) con las uñas o con unas pinzas. Si no hacemos esto, las liendres que sobrevivan al tratamiento darán lugar a nuevos piojos en una semana.

4º) La ropa de cama, toallas, etc., se deben lavar en un programa de agua caliente. Lo que no se pueda lavar o usar agua caliente se puede guardar en una bolsa de plástico durante 15 días, con lo que los piojos y las liendres mueren.

Como mínimo, un segundo tratamiento se debe repetir siempre a los 7-10 días del primero. En casos severos se puede hacer incluso de forma diaria durante una semana.

Ante posibles reinfestaciones es conveniente revisar bien tanto al paciente como a los miembros de la familia. También se puede cambiar de producto por si hay parásitos que se han hecho resistentes. Para evitar eventuales resistencias se recomienda no hacer tratamientos preventivos; la mejor prevención es una buena higiene y no compartir peines, gorros, adornos de pelo, etc.

Como última opción, para infestaciones por piojos rebeldes a los tratamientos habituales y correctamente aplicados, se puede recurrir a fármacos de prescripción médica, como la ivermectina oral (0,4 mg por Kg de peso), tomada en dos dosis con un intervalo de 7 días entre una y otra. Las tasas de curación con la ivermectina oral son superiores a las obtenidas con las lociones de malatión al 0,5%, consiguiendo la erradicación de los parásitos en más de un 95% de los casos. La ivermectina en loción al 0,5%, aplicada sobre el pelo seco durante 10 minutos y luego enjuagando, haciendo 3 tratamientos, uno cada 7 días, también sirve para erradicar los piojos, pero los resultados son inferiores a la vía oral.