Medicina estética

No. Las molestias son mínimas.Hay zonas donde no duele nada y zonas donde se nota como un pinchacito. El que duela o no, depende, entre otras cosas, de la habilidad del médico que realiza el tratamiento.

La media de duración son entre 4 y 6 meses, aunque depende del tipo de paciente (la mímica no es igual en todos), de la dosis empleada e incluso del tipo de toxina (aunque sobre esto último hay distintas opiniones). Lo habitual es hacerse el tratamiento cada 6 meses (2 veces al año).

La toxina botulínica aplicada a las dosis adecuadas y en los sitios correctos, deja una mirada natural, con aspecto más joven y relajado. El objetivo no es una cara congelada o paralizada, sino una expresión natural, evitando tanto cejas demasiado elevadas como caídas.

Sí. La toxina botulínica se usa desde el siglo pasado con fines médicos y estéticos, incluso en niños de corta edad con estrabismo. A las dosis empleadas en estética, es completamente seguro. En la mayoría de toxinas, es básico respetar estrictamente la cadena de frío para obtener un efecto óptimo.

Depende del objetivo que busquemos. Si queremos prevenir la formación de arrugas, y no sólo tratar, hay que empezar antes de los 40 años de edad (es lo ideal), y a veces antes de los 30. Depende también de la genética y del estilo de vida. A edades más avanzadas, el músculo pierde tono y las cejas caen, por lo que hay que ser más conservador en el tratamiento, especialmente en zonas como la frente.

En Clínica Openderma nos comprometemos a proporcionarte resultados naturales en rejuvenecimiento facial. El tratamiento estrella, por su rapidez, comodidad y efectos, es la toxina botulínica. Si crees que necesitas Openderma, solicita ya tu cita. Te ayudaremos a alcanzar tu meta.