Las manchas en la piel son el resultado de la diferente distribución de la melanina y las células que la producen, los melanocitos. La melanina es el pigmento que nos permite protegernos de los rayos solares. Hay diferentes tipos de manchas que nos podemos encontrar en la piel:
-Efélides o pecas: Son acumulaciones de pigmento de coloración parduzca, redondeadas y no uniformes que se localizan más frecuentemente en zonas fotoexpuestas como cara cuello y brazos en personas de piel blanca, intensificándose con la exposición solar, siendo por tanto más visibles en verano.
-Nevus o lunares: Se trata de acumulaciones de mayor número de melanocitos afectando a las diferentes estructuras de la piel. Resulta especialmente importante el control por parte del dematólogo de los lunares, sobre todo aquellos con ciertas características como son la asimetría, los cambios de coloración, la coloración no uniforme, los bordes irregulares y el crecimiento o cambios recientes.
– Léntigos simples y solares: Se trata también de pequeñas manchas de coloración parduzca que aparecen en cualquier zona del cuerpo y que a diferencia de las pecas no cambian de color con la exposición solar.
– Melasma: manchas de color marrón claro o intenso que aparecen casi exclusivamente en mujeres y que se producen o agravan en el embarazo (cloasma), la toma de anticonceptivos o la menopausia. Suelen aparecer en cara, frente, mejillas y generalmente a partir de los 30 años.
– Vitíligo: manchas intensamente blanquecinas bien delimitadas, de distribución simétrica con predilección por las piernas y alrededor de ojos, nariz y boca. Parece tener un origen autoinmune y se relaciona en ocasiones con problemas tiroideos.
– Melanoma: Es un tumor maligno de la piel que puede confundirse con un lunar. Tiene aspecto de mancha pigmentada, de crecimiento asimétrico, de bordes imprecisos e irregulares y coloración intensamente pigmentada con zonas que lo están menos o incluso con tonalidades azuladas. Tiene un crecimiento progresivo.
El melanoma cutáneo constituye entre el 4 y el 10% de los tipos de cáncer diagnosticados en España, según el Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma, una asociación que nace con el ánimo de aunar y coordinar esfuerzos entre profesionales sanitarios que tratan melanoma y que ofrece información sobre esta grave afección en http://www.groupgem.org
Según esta organización, el riesgo de desarrollar un melanoma cutáneo depende en gran parte de la pigmentación de nuestra piel (mayor riesgo cuanto más clara es la piel) y de la exposición que la sometamos a la radiación ultravioleta, que es mayor en las zonas más cercanas al Ecuador. Las áreas con mayor riesgo son Australia y Nueva Zelanda, donde una gran parte de la población es de raza blanca y hay un elevado índice de radiación ultravioleta. Las tasas de incidencias en España corresponden a la media de los países meridionales de Europa (4.8 para hombre y 5.9 para mujeres). Entre los tratamientos disponibles, encontramos las cremas y peelings despigmentantes, y el uso controlado por dermatólogos de determinados láseres y fuentes de luz.
Existe multitud de agentes despigmentantes que pueden mejorar el aspecto de las manchas y que deben individualizarse en función del problema y el tipo de piel. Entre otras, destaca la hidroquinona y sus derivados, el ácido retinoico, el retinol, el ácido kójico, ácido azelaico, vitamina C, etc. En muchos casos será necesario complementar el tratamiento con peelings o fuentes de luz (luz pulsada o láser).
La Clínica Dermatológica Openderma ofrece el láser Q-switched, que no sólo es el método más efectivo para eliminar tatuajes, sino también es el láser más selectivo y de elección para eliminar las manchas que aparecen en la piel con la edad y a consecuencia de la exposición solar repetida a lo largo de los años (léntigos solares y seniles, pecas o efélides), habitualmente localizadas en las zonas más expuestas al sol de forma crónica: cara, escote, dorso de manos…